El baloncesto en silla de ruedas en Chile no es simplemente un deporte. Es un vehículo de superación, inclusión y pasión que ha tomado impulso en los corazones de jóvenes atletas como Javier Llanos y Nicolás Contreras. Estos dos héroes en sillas de ruedas han convertido sus desafíos en triunfos, inspirando a todos a su alrededor con su habilidad y dedicación al emocionante juego.
Lunes 13 de noviembre.- Javier, de 15 años, y Nicolás, de 19, comparten historias de cómo encontraron en el baloncesto en silla de ruedas mucho más que un simple deporte. Nicolás, intrigado por el deporte adaptado, descubrió un club en Villa Alemana a través del comité paralímpico. Por otro lado, Javier se unió al programa cuando era un modesto taller en 2017, y hoy forma parte de un club consolidado desde 2019. Ambos comparten una conexión profunda con el juego: Javier, por el amor al movimiento y la dinámica, y Nicolás, por la singularidad y los desafíos propios del baloncesto adaptado.
Estos jóvenes atletas no solo se dedican al juego por placer; representan a Chile con orgullo en competiciones internacionales. Su viaje a Colombia en junio como parte de la selección chilena fue un capítulo emocionante y valiente, luchando con determinación por la medalla de bronce en un enfrentamiento memorable contra el equipo colombiano. Sus esfuerzos no solo elevan la bandera de su país, sino que también desafían percepciones y derriban barreras.
El entrenador Rodrigo Rojas, apasionado y comprometido, arroja luz sobre el taller que lidera. El gimnasio Luis Cruz Martínez se convierte en el escenario donde la inclusión y el deporte adaptado se entrelazan durante los fines de semana. Con casi 20 participantes de diversas edades y géneros, el equipo se convierte en una familia unida por la pasión por el básquetbol en silla de ruedas. Rojas, proveniente del baloncesto convencional, reconoce las diferencias estratégicas pero celebra el compromiso y la evolución de sus jugadores, demostrando que el deporte es un puente que conecta a todos, sin importar las limitaciones físicas.
Leandro Torres, Seremi del deporte, destaca la importancia de estos talleres para para deportistas, que encuentran en la actividad deportiva una vía recreativa o competitiva. A pocos días del inicio de los Para Panamericanos, Torres anticipa que será una oportunidad para que el país conozca el trabajo del estado y las organizaciones deportivas con cientos de para atletas.
El Club Weichafes, con su exitosa participación en la liga nacional de básquetbol en silla de ruedas, se convierte en un faro de inspiración. Aunque las competencias oficiales se han pospuesto debido a los Juegos Parapanamericanos, el equipo sigue trabajando incansablemente. Enfrentarán desafíos amistosos, como el próximo contra el equipo de San Felipe, demostrando que su espíritu competitivo no se detiene ante las adversidades.
El programa DPS, que va más allá del baloncesto en silla de ruedas, abraza disciplinas como goalball, tenis de mesa y para powelifting. Esta diversidad refleja el compromiso de proporcionar oportunidades deportivas inclusivas para todos. En el programa Crecer en Movimiento, la gama se amplía con talleres que van desde para natación hasta fútbol ciego, mostrando que el deporte, en todas sus formas, es un catalizador poderoso para el crecimiento personal y la conexión humana.
En resumen, el baloncesto en silla de ruedas en Chile no es solo un juego; es una narrativa de valentía, superación y unidad. A través de los relatos apasionantes de Javier, Nicolás y su entrenador Rodrigo, emergen historias que trascienden las canchas y tocan los corazones de quienes tienen el privilegio de escucharlas. Estos héroes en sillas de ruedas no solo driblan y encestan; desafían estereotipos, construyen puentes de inclusión y dejan un legado que va más allá del deporte, inspirando a todos a vivir con pasión y determinación.