Andrea Pizarro (52) es una destacada académica chilena titulada de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Además es Doctora en Didáctica de las Disciplinas – Matemáticas por la Université Paris Cité (Francia)
Desde el inicio de su carrera, Andrea ha estado impulsada por el deseo de transformar la educación a través de la didáctica matemática. Lideró el Programa Sumo Primero en Terreno, una iniciativa del Ministerio de Educación que buscó mejorar la calidad de la enseñanza de matemáticas en 200 escuelas de todo el país.
Su compromiso con la educación se refleja no solo en su labor docente, sino también en su participación activa en redes de investigación, como la Red Iberoamericana de Investigación en Trabajo Matemático.
Andrea ha sido inspirada por su familia, especialmente por sus padres, quienes le inculcaron la importancia de la perseverancia y el servicio a los demás. Esta filosofía ha guiado su carrera y su vida personal, llevándola a formar una comunidad de aprendizaje colaborativo a través de Ensemble, una organización dedicada a la investigación y desarrollo en educación.
En esta conversación, Andrea comparte su experiencia, su visión sobre la diversidad de género en STEM y su compromiso con el futuro de la Educación Matemática.
Los inicios
¿Puedes contarnos sobre tu trayectoria académica y profesional? ¿Qué te inspiró a elegir una carrera en STEM?
Desde una edad temprana, la educación y el amor por el aprendizaje fueron pilares en mi vida, gracias a mis padres, Fresia y Andrés. Ellos me enseñaron que los sueños son alcanzables a través del esfuerzo y la perseverancia. Comencé mi trayectoria académica en un liceo público, donde destacaba en mis calificaciones. Sin embargo, al cambiarme al Colegio Religiosas Pasionistas de Quilpué en sexto básico, me encontré con grandes desafíos, especialmente en matemáticas. Esa experiencia inicial fue difícil, pero mis padres me motivaron a estudiar durante las vacaciones para recuperar el tiempo perdido, y con su apoyo, superé esos obstáculos, lo que me llevó a descubrir mi amor por las matemáticas. Por eso elegí estudiar Licenciatura y Pedagogía en Matemáticas en la PUCV.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado como mujer en un campo predominantemente masculino? ¿Cómo los superaste?
En un campo como STEM, en el ámbito educacional predominan las mujeres docentes en todas las áreas, las ciencias no son la excepción. En la Universidad, he enfrentado desafíos relacionados con la percepción de mi lugar en el ámbito académico y profesional. Cumplir con distintos roles, en particular, durante mi tiempo en Francia, equilibrar mis estudios de doctorado, mis responsabilidades docentes y mi rol como madre fue complicado. A veces, me sentía culpable por dedicar tiempo a mis estudios en lugar de a mi familia. Sin embargo, el apoyo de mi marido, Julio, quien me alentó a perseguir mis sueños, fue fundamental. Aprendí que, aunque los sacrificios son difíciles, sentir que doblar el esfuerzo, contar con un sistema de apoyo y rodearme de personas que creen en mí me permitió superar esos momentos difíciles.
¿Has tenido mentores o figuras inspiradoras en tu vida? ¿Cómo han influido en tu desarrollo profesional?
Mis padres fueron mis primeros mentores, pero mis figuras más influyentes en el ámbito académico han sido mujeres como la Dra. Lidia Consigliere Dezerega, la primera doctora en matemáticas en Chile, y la Dra. Ismenia Guzmán Retamal. Ismenia, en particular, me abrió las puertas del mundo académico al invitarme a ser su ayudante ad honorem. Esa experiencia me expuso a un entorno de aprendizaje enriquecedor y me enseñó que el trabajo en equipo y la colaboración son fundamentales. Además, durante mi estadía en Francia, conocí a eminencias como Michèle Artigue, Guy Brousseau y Alain Kuzniak, que me desafiaron y me impulsaron a profundizar en mi área de estudio.
Visión de género
¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro en tu campo y por qué es significativo para ti?
Sin duda, mi mayor logro ha sido liderar el Programa “Sumo Primero en Terreno”, que buscó fortalecer las capacidades docentes en matemáticas en escuelas consideradas deficientes. El impacto del programa fue notable: trabajamos con 200 escuelas, 1000 docentes y 27,000 estudiantes de primero a cuarto básico. Al ver cómo los docentes se involucraban con más y mejores oportunidades de enseñanza y los estudiantes lograban mejorar sus aprendizajes comprobamos que habíamos generado una propuesta que cumplió los objetivos planteados y reafirmó mi compromiso con la educación. Este proyecto no solo proporcionó recursos, sino que también fomentó un sentido de comunidad y colaboración entre los educadores, lo que es esencial para el desarrollo educativo.
¿Estás involucrada en alguna iniciativa o proyecto que promueva la inclusión de mujeres en STEM? ¿Puedes compartir más sobre ello?
Sí, actualmente estoy muy involucrada en Ensemble, un grupo que hemos formado para desarrollar soluciones educativas en áreas como la educación, el desarrollo organizacional y el medio ambiente. Uno de nuestros objetivos principales es fomentar la inclusión de mujeres en STEM, ofreciendo espacios de formación y desarrollo profesional que empoderen a más mujeres para que se conviertan en líderes en sus campos. Creemos que la colaboración interdisciplinaria es esencial para crear un impacto real y sostenible.
¿Cómo logras equilibrar tu carrera en STEM con tu vida personal y otras responsabilidades?
El equilibrio entre mi carrera en STEM y mi vida personal ha sido un trabajo en progreso. Me he apoyado en mi familia, que ha sido fundamental para ayudarme a gestionar mis responsabilidades. He aprendido a delegar tareas y a priorizar, así como a dedicar tiempo de calidad a mi familia. Reconocer la importancia de cuidar mi bienestar personal también ha sido clave, y me esfuerzo por encontrar momentos para relajarme y disfrutar de actividades que me apasionan, como leer y cocinar.
Futuro
¿Cómo crees que la diversidad de género influye en la innovación y el desarrollo en STEM?
La diversidad de género en STEM es crucial para impulsar la innovación. Equipos diversos aportan una variedad de perspectivas y experiencias, lo que enriquece el proceso creativo. Al tener diferentes voces en la mesa, se fomenta un ambiente donde se consideran múltiples enfoques para resolver problemas, lo que puede llevar a soluciones más efectivas y creativas. Además, la diversidad ayuda a evitar sesgos en el desarrollo de productos y servicios, asegurando que estos sean más inclusivos y representen las necesidades de diferentes grupos de la sociedad.
¿Qué consejo le darías a las jóvenes que están considerando una carrera en STEM?
A las jóvenes que están pensando en una carrera en STEM, les diría que confíen en sí mismas y no se dejen desanimar por los estereotipos. Busquen mentores y construyan redes de apoyo. La pasión y la determinación son esenciales; si sientes amor por lo que haces, eso te llevará lejos. No teman enfrentar desafíos; cada obstáculo es una oportunidad para aprender y crecer. Y sobre todo, mantengan su autenticidad y sean fieles a sus sueños.
¿Cómo ves el futuro de las mujeres en STEM? ¿Qué cambios esperas ver en los próximos años?
Soy optimista respecto al futuro de las mujeres en STEM. Espero ver un aumento en la participación femenina en estos campos, impulsado por políticas públicas que promuevan la equidad de género y la inclusión. Además, creo que la colaboración entre instituciones educativas y empresas será fundamental para ofrecer oportunidades equitativas. A medida que más mujeres asumen roles de liderazgo, también espero ver un cambio cultural que valore y promueva la diversidad en todas sus formas.
¿Qué legado te gustaría dejar en tu campo y cómo esperas inspirar a futuras generaciones de mujeres en STEM?
Deseo dejar un legado de generosidad y colaboración, enfatizando la importancia de trabajar juntos para lograr un cambio positivo en la sociedad. Espero inspirar a futuras generaciones a ver la educación como un camino hacia el empoderamiento y la transformación social. Quiero que las jóvenes se sientan capacitadas para desafiar las normas y convertirse en líderes en STEM, recordándoles que su voz es valiosa y que tienen el poder de hacer una diferencia en el mundo.