Sismólogos y geógrafos han alertado en los últimos años sobre la «laguna sísmica» que afecta a la Región de Valparaíso, una zona que no ha experimentado un terremoto igual o superior a 8,5 grados en la escala de magnitud de momento (Mw) desde 1822. Este hecho genera gran preocupación, ya que, según los expertos, el riesgo de un gran evento sísmico que podría generar un tsunami en la zona es cada vez más inminente.
La falta de grandes terremotos en los últimos doscientos años indica que la región está acumulando energía sísmica, lo que podría dar lugar a un sismo de gran magnitud en el futuro cercano.
Con el objetivo de concienciar a la población, especialmente a los más jóvenes, sobre cómo actuar en caso de emergencia, el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden) organizó una feria educativa en el Museo Marítimo Nacional, en Playa Ancha, con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre Tsunamis.
El evento contó con la participación de diversos expertos que ofrecieron información crucial sobre el riesgo sísmico y las medidas de seguridad a seguir ante un eventual maremoto.}
Riesgo en Concón
Investigadores de Cigiden y de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) aprovecharon esta ocasión para proyectar los posibles impactos de un tsunami en la región, analizando las localidades costeras más expuestas. Según las conclusiones de los especialistas, Concón, Quintero y Viña del Mar son las comunas más vulnerables ante un maremoto, debido a su proximidad al mar y las características geográficas que podrían amplificar el fenómeno.
Patricio Catalán, investigador de la USM y Cigiden, explicó que uno de los factores que aumenta la vulnerabilidad de la zona es la forma geográfica de las bahías. En particular, destacó la bahía de Concón y la bahía de Quintero, que presentan características que favorecen la amplificación de las olas de un tsunami. «Cuando los tsunamis han pasado por nuestra costa, suelen crecer mucho más en el caso de Concón, debido a la resonancia del fenómeno», detalló Catalán.
Un ejemplo claro de este fenómeno se observó en 2015, cuando un terremoto en Illapel generó un tsunami que afectó la costa central de Chile. En ese evento, las olas fueron significativamente más altas en la zona de Concón y la desembocadura del río Aconcagua. Incluso, el tsunami llegó a zonas que normalmente no se verían afectadas por el mar, como el interior de la región de Aconcagua, causando mayor daño en comparación con otras localidades cercanas como Valparaíso o Viña del Mar.
Catalán también subrayó el caso de la bahía de Quintero, que presenta una forma muy definida y circular. Esta particularidad geográfica favorece la concentración de la energía del tsunami en la bahía, lo que provoca un ascenso y descenso más pronunciado de las olas. «El tsunami se amplifica en ese tipo de formaciones, y la bahía se convierte en una especie de trampa que intensifica el impacto», explicó el especialista, quien enfatizó que el riesgo es considerable para la población que reside en esas zonas.
Objetivo: sensibilizar
A pesar de las alertas, la preocupación radica en la falta de preparación y concientización de gran parte de la población. El evento realizado por Cigiden y la USM tiene como objetivo sensibilizar a los habitantes de la región, especialmente a los jóvenes, sobre las medidas preventivas que deben tomarse en caso de un terremoto o tsunami. Los expertos insisten en que la preparación es clave para mitigar los efectos de un desastre natural de esta magnitud.
En este sentido, se hizo un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para fortalecer las políticas de prevención y educación en las comunidades más expuestas. Si bien el riesgo de un gran terremoto y tsunami es incierto, los especialistas coinciden en que el momento de prepararse es ahora. La historia sísmica de la región y los estudios realizados indican que la acumulación de energía sísmica podría desencadenar un evento catastrófico en los próximos años, por lo que la educación y la planificación son fundamentales para reducir el impacto de una posible tragedia.