Stephanie Rotella, ingeniera Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), es uno de los muchos profesionales que está liderando uno de los proyectos ambientales más ambiciosos de Viña del Mar, la recuperación del suelo y biorremediación en Las Salinas.
Sin embargo, su historia comienza mucho antes, como ella cuenta, cuando sus padres la motivaron en el campo de la curiosidad científica y lo que el trabajo duro podría lograr.
En su campo, asegura que ser mujer en STEM es un desafío, pero es gratificante y asegura que más de ellas, deben optar y atreverse a estar en este mundo: “Creo que nuestra visión del mundo es fundamental no solo para avanzar en ciencia y tecnología, sino también para la regeneración ambiental y para construir un futuro sostenible”, asegura.
Trayectoria
¿Puedes contarnos sobre tu trayectoria académica y profesional? ¿Qué te inspiró a elegir una carrera en STEM?
Soy Ingeniera Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y tengo estudios de Sustentabilidad en el MIT (Massachusetts Institute of Technology). Comencé mi carrera hace más de 12 años trabajando en Copec. Desde hace más de 10 años, formo parte del equipo de profesionales que lidera el proceso de saneamiento de Las Salinas, un proyecto para recuperar terrenos en Viña del Mar y reintegrarlos a la trama urbana con usos múltiples. Soy hija de padres italianos que fundaron su empresa textil en los años 60, y desde pequeña nos inculcaron la curiosidad científica y el valor del trabajo duro. Esta visión orientada a resolver desafíos reales fue fundamental para que tres de los seis hermanos, hombres y mujeres por igual, optáramos por la ingeniería.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado como mujer en un campo predominantemente masculino? ¿Cómo los superaste?
Es cierto que la ingeniería ha sido tradicionalmente una profesión masculinizada, pero en mi experiencia, considero que la perspectiva técnica femenina ha sido clave en mi desarrollo y en las contribuciones que he aportado a los equipos en los que he trabajado. En lugar de ver los obstáculos como algo negativo, he visto la oportunidad de enriquecer el enfoque de los proyectos mediante una visión holística femenina. Ser mujer ha sido una ventaja que ha permitido una perspectiva más integral al abordar los desafíos y al crear soluciones en los proyectos en los que he participado.
¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro en tu campo y por qué es significativo para ti?
Uno de mis mayores logros es el trabajo en Las Salinas, un proyecto pionero de remediación de suelos que actualmente está en su última fase mediante la técnica de biorremediación. Esta técnica, basada en procesos naturales, es segura para las personas y el entorno, y su eficacia está comprobada. En Chile, recién estamos formalizando políticas públicas para la recuperación de suelos, por lo que hemos avanzado en esta innovadora técnica gracias al diálogo constante con la comunidad y el apoyo de universidades de la región. Para mí, este proyecto es significativo porque impacta directamente en la sociedad, recuperando espacios para un uso sostenible y positivo.
Mujeres en STEM
¿Cómo crees que la diversidad de género influye en la innovación y el desarrollo en STEM?
La diversidad de género aporta una pluralidad de pensamientos y enfoques que, al colaborar entre equipos con diferentes perspectivas, crean profundas sinergias. Estas generan conocimientos que enriquecen el desarrollo no solo de proyectos específicos, sino de toda la región y el país. En mis colaboraciones con universidades como la UTFSM, la PUCV, la UV y la de Playa Ancha, he visto de primera mano cómo la diversidad enriquece el trabajo y permite alcanzar soluciones más completas y creativas.
¿Estás involucrada en alguna iniciativa o proyecto que promueva la inclusión de mujeres en STEM? ¿Puedes compartir más sobre ello?
Sí, he tenido la fortuna de participar en iniciativas que promueven la ciencia en establecimientos educacionales. Nos llena de alegría ver cada vez más mujeres interesarse en el mundo de las ciencias. Sabemos que el interés científico y las vocaciones se despiertan desde edades tempranas, y es esencial fomentar estos talentos en niños y jóvenes. A través de estas iniciativas, ayudamos a las nuevas generaciones a descubrir sus intereses y a tomar decisiones profesionales que contribuyan al desarrollo del país, especialmente en áreas como la investigación de calidad, donde las mujeres aportamos una perspectiva única y valiosa.
Futuro según Stephanie
¿Cómo ves el futuro de las mujeres en STEM? ¿Qué cambios esperas ver en los próximos años?
A lo largo de mi carrera, he tenido el honor de trabajar con grandes mujeres, y en los próximos años espero ver muchas más colaborando en STEM y en otros campos, desarrollando sus sueños sin límites. Creo que nuestra visión del mundo es fundamental no solo para avanzar en ciencia y tecnología, sino también para la regeneración ambiental y para construir un futuro sostenible. Estoy convencida de que inspirar y empoderar a más mujeres en estas disciplinas contribuirá a una mayor equidad y a un bienestar global, construyendo un futuro más justo y equilibrado.
¿Qué consejo le darías a las jóvenes que están considerando una carrera en STEM?
Les diría que se atrevan, que exploren sus intereses y descubran todo el potencial que tienen para contribuir a la sociedad. STEM es un camino lleno de desafíos, pero profundamente gratificante. La ciencia y la ingeniería necesitan la creatividad y la perspectiva de todas y todos. Con esfuerzo y dedicación, pueden ser parte de un cambio significativo en el mundo, porque cada contribución cuenta para crear un futuro más sostenible y equitativo.