Cada invierno repetimos: “No me puedo enfermar”, “No quiero caer”.
Pero tu cerebro no entiende el “no” como crees.
Si digo: “No pienses en un mono”… lo pensaste, ¿cierto?
Cuando dices “no quiero enfermarme”, tu mente visualiza justo eso: enfermedad. Y donde va tu atención, va tu energía.
Cambia el foco y dite a ti mismo:
“Estoy fuerte”, “Estoy sano”, “Este invierno me cuido”.
La intención cambia tu química, tu actitud y tus hábitos.
Tu mente puede ser medicina… o veneno.
Cada palabra que te dices es una orden a tu cuerpo.
¿Qué estás consumiendo?
No solo hablo de comida.
Las redes están llenas de quejas y dramas.
Y todo eso también enferma.
Haz un detox emocional.
Apaga el ruido, camina, respira, rodéate de personas que te hagan bien.
Alimenta tu mente con belleza, calma y alegría.
Salud también es esto:
Cocinar, bailar, reír, abrazar.
Eso también es medicina.
Eso también te hace fuerte.
Este invierno no solo te abrigues el cuerpo.
Abrígate la mente.
Haz de tus pensamientos tu refugio, no tu tormenta.
La salud se construye con actitud.
No repitas “no quiero enfermarme”.
Di: “Estoy saludable, fuerte y en paz”.
Este invierno, sé tu medicina.
Por Nicolás Cerda Díez
Psicólogo Clínico