En febrero de 2018 Pricilia Carreño vivenció un terrible accidente debido – según denuncia – al mal estado de las veredas en Concón, que la dejó con secuelas físicas, morales y psicológicas, además de interrumpir sus estudios de administración y su competición a nivel nacional en un equipo de running.
Fracturas múltiples, esguince, reconstrucción de su nariz además de varias laceraciones en su piel sufrió la conconina Pricilia Carreño en febrero de 2018 mientras retornaba en bicicleta a su hogar en la población San Andrés desde la zona cercana al Jumbo de Montemar.
Considerando lo peligrosa que es la avenida principal del sector (frente al acceso de Costas de Montemar) donde los vehículos circulan a alta velocidad, especialmente en la pista derecha, la estudiante en ese entonces de Técnico de Administración de RRHH, optó circular por la vereda.
Provista de su casco Pricilia no advirtió la presencia de dos pastelones sobresalidos en la vereda, que en sus palabras “formaban una especie de rampa que me hizo volar con mi bici, cayendo bruscamente y con todo el peso de mi cuerpo sobre manos y cabeza”.
Como saldo del accidente – detalla – “me fracturé el radio izquierdo en tres partes, tuve una esguince en la muñeca derecha y, como si fuera poco, también me quebré la nariz, rompí mi frente y tuve múltiples laceraciones en mis manos perdiendo tejido producto de la caída”.
Presenciando la grave caída, automovilistas se detuvieron para prestar a Pricilia primeros auxilios mientras llegaba la ambulancia que, de inmediato, la trasladó hasta el SAMU de Concón donde fue posteriormente derivada a urgencias, siendo internada por un mes.
HUMILLADA
Según explica a este periódico, Pricilia perdió su trabajo, debió abandonar la carrera que estaba estudiando en Santiago, dejó de entrenar y competir en su club de running (a nivel local y nacional) mientras estaba en proceso de recuperación.
“Perdí mi independencia, mi familia lavaba hasta mis dientes, me daban la comida en la boca, me medicaban, me duchaban”, confiesa.
Frente a lo que califica como “insensibilidad” de parte de las autoridades locales, al solicitar su asistencia y apoyo, no tuvo más opción que recurrir a tribunales en julio de 2019, interponiendo una demanda de indemnización por falta de servicios en contra de la Municipalidad de Concón.
Dicho recurso legal solicita que la “demandada es responsable de su accidente y, por lo tanto, debe indemnizarle el daño emergente, el lucro cesante y el daño moral cuantificado en una suma superior a $37 millones.
SENTENCIA
A modo de testigos, el municipio conconino presentó a jefes de diversos departamentos, lo que a juicio del abogado de la parte querellante Alfredo Ferrada, debió ser anulado por conflicto de interés, solicitud rechazada por el primer juzgado de policía local de Viña del Mar.
Dicha sentencia emanada en julio de 2020 no acogió la demanda de Pricilia Carreño al argumentar que la demandante no logra acreditar de forma fehaciente que, en el lugar en que ocurrió su accidente existe un desperfecto en la vereda.
“La prueba en comento es insuficiente para formar una convicción sobre la existencia de ese desperfecto. Sumado el hecho que de las fotografías tampoco se puede deducir, sin lugar a dudas, la ubicación de la vereda”, consigna el fallo de la jueza Gabriela Guajardo.
APELACIÓN
Ante lo que considera una “injusticia” el abogado Ferrada recurrió a la Corte de Apelaciones de Valparaíso para revocar la sentencia. A su juicio, la jueza cae en un error técnico al dictaminar que la demandada debía circular por la “calzada” y no por la vereda según dicta la ley.
“La ley no esclarece la palabra calzada – razona el abogado – por lo que me gustaría saber si la jueza enviaría a sus hijos a circular sobre sus bicicletas en la avenida principal de Concón frente al sector de Costas de Montemar”.